¿Cómo es la electricidad de mi casa? ¿Monofásica? ¿O es trifásica? ¿En qué se diferencian? ¿Cuál me conviene más?
Es posible que te hayas hecho alguna de estas preguntas, o todas ellas, mientras revisabas tu factura o intentabas calcular la potencia que necesita tu casa.
Respondemos a todas tus dudas de una vez por todas.
¿Qué es una instalación monofásica?
Es el cableado que tienen la gran mayoría de casas y apartamentos.
Estos sistemas utilizan una única fase y una única corriente alterna. Sus tensiones normalizadas se establecen a 220 o 230 voltios y por lo tanto hablamos de una potencia máxima a contratar de 13,86 kW para 220 voltios y 14,49 kW para 230 voltios.
Son las instalaciones que se usan habitualmente en las viviendas y el tamaño de estas no tiene nada que ver, ya que un chalet con piscina podría ser monofásico sin problemas.
Para saber si eres monofásico, tienes que ir al cuadro eléctrico de tu casa (suele estar junto a la puerta principal) y comprobar que los dispositivos que existen son solo dobles.
Si tiene esta pinta (un dispositivo doble), significa que tu instalación es monofásica:
¿Qué es una instalación trifásica?
Las instalaciones trifásicas son las que suele haber en los edificios comerciales. Están formadas por tres fases, tres corrientes alternas diferentes que dividen entre tres la potencia de la instalación. Su tensión normalizada se suele adaptar a 380 o 400 voltios.
La potencia contratada para este tipo de instalación parte de 15 kW de forma obligatoria, lo que la convierte en la más adecuada para instalaciones con equipos trifásicos (las que suelen usar las empresas).
Si tu ICP tiene esta pinta (un dispositivo triple o superior), significa que tu instalación es trifásica:
¿Cuál es la mejor para mí?
Para elegir entre un tipo de instalación u otra lo primero que debes hacer es calcular la potencia que consumen cada uno de tus aparatos eléctricos:
- Si no necesitas una potencia contratada mayor de 13,86 kW, lo recomendable es una instalación monofásica. Pagarás menos en la factura y te saltarán menos los plomos.
- Si 13,86 kW se te quedan cortos, lo mejor es un sistema trifásico. En este caso, es fundamental que te asegures de tener electrodomésticos trifásicos (los más habituales son los monofásicos).
El gran inconveniente de la instalación trifásica es que la potencia contratada se reparte entre las 3 fases, por lo que si tus electrodomésticos son monofásicos será frecuente que excedas tu límite y te “salten los plomos”.
¿Y si quiero cambiar mi potencia?
A la hora de un cambio de potencia es importante tener en cuenta el tipo de instalación. Especialmente en el caso de que tengas una potencia superior a 13,86 kW y quieras bajarla, ya que esta situación puede generarte algunos problemas.
Por ejemplo, en una instalación monofásica con una potencia superior a 13,86 kW, bajarla a 9,2 kW supondría un ahorro importante en la factura de la luz y la potencia real apenas variaría. Sin embargo, en una trifásica deberías bajar al menos hasta los 6,9 kW, un descenso considerable que podría hacer que te quedases corto de potencia.
Todos estos trámites suponen una serie de gastos, por lo que te recomendamos informarte a fondo antes de pedir un cambio de potencia.
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