Como parte del grupo de elementos estructurales en la construcción de cualquier edificación, los techos simplemente no se pueden obviar. La palabra viene del latín, tectum, que a su vez deriva del verbo tegere, que significa cubrir, proteger. Debido a la importancia de su función, que es preservar los espacios interiores de los elementos y la intemperie, la elección del techo es una cuestión realmente vital dentro del diseño de una nueva casa.
Colombia es un país con tantas altitudes, tantos climas y una geografía tan diversa, que la elección del techo debería basarse más que nada en los factores regionales, ya que existen diferentes tipos de techo no por una cuestión estética, sino porque cada variedad resulta la más indicada para determinadas circunstancias.
Por supuesto que cuando hablamos de ciudades o pueblos donde los factores climáticos no llegan a extremos, el tipo de techo estará al servicio del diseño y no al revés, pero sí es importante resaltar que la ubicación de la casa aún en un clima benévolo puede hacer que la elección del tipo de techo vuelva a cobrar importancia. Pongamos por caso una casa en una colina o acantilado, expuesta a vientos fuertes. Posiblemente el mejor tipo de techo en estas circunstancias sería uno a cuatro aguas, que está especialmente diseñado para resistir vientos en cualquier dirección.
Ahora, dejando aparte la elección de techos de acuerdo al clima, pasemos a la parte estética. Tenemos techos planos, típicos de casas modernas, los techos a dos aguas, muy comunes en la arquitectura tradicional junto con los de cuatro aguas. Están los techos abovedados que obedecen a diseños bastante menos comunes en este país, sacando edificios de índole religiosa. También tenemos los diferentes materiales para construir esta estructura y, por supuesto, los que usamos en su cubrimiento exterior, la parte visible desde afuera, como tejas y el revestimiento inferior o cielo raso, que es la cara que vemos en el interior. La estructura en sí que constituye en su totalidad el cubrimiento de una casa o edificio se llama techumbre y engloba la parte de las vigas, el recubrimiento exterior o tejado y el cielo raso, del que les hablábamos más arriba.
Pasemos entonces a la mejor parte, la de las imágenes, que harán más que todo lo que podamos explicar en esta introducción para ayudarles a decidir qué tipo de techo es el que más les gustaría para su casa.
1. Techos de madera
La madera es uno de los materiales más antiguos y primarios en la historia de la construcción y la arquitectura. Lejos de perder vigencia, sigue encantándonos con esa capacidad para transmitir calidez y esa sensación orgánica y natural que tanto bienestar nos genera. Cuando nos referimos a techos de madera hablamos de estructuras de viga hechas de este material, y de cielo rasos recubiertos en tablones o chapas de madera. Los techos de madera están recubiertos por tejas u otros materiales impermeables que preserven este material de la humedad.
2. Techos metálicos
Los techos metálicos de chapa o láminas de metal son un buen aislante del sonido, del frío y de la humedad y son de los más económicos que hay en el mercado. La contracara es que no son la mejor elección en lugares muy ventosos, ya que por ser muy delgados y livianos no tienen la resistencia para resistirlos.
3. Techos con tejas
Las tejas son uno de los materiales de construcción más usados en Colombia para el recubrimiento de techos. Son muy útiles porque crean canaletas que son ideales para dirigir el agua de lluvia. Las más usadas en Colombia son las de barro o arcilla.
4. Techos en forma de cúpula
Los techos en forma de cúpula no son demasiado comunes a pesar de que ofrecen ventajas significativas. Nos permite ahorrar material ya que por su forma circular o semicircular, el cubrimiento da lo mejor de sí. Posee más resistencia estructural debido a que la resistencia se encuentra mejor repartida y por último, reparte mejor la temperatura del aire, equilibrando así la temperatura.
5. Techos con tejas de pizarra
Son el tipo de tejas más caro que hay, pero hay que considerarlas una inversión porque durarán toda la vida. Esta clase de tejas requiere de una pendiente mínima de 25° para su instalación. Son incombustibles, inmunes a los estragos causados por la humedad, se adaptan a cualquier forma de techo y su instalación es muy sencilla y son virtualmente indestructibles. Ideales para los climas más extremos.
6. Techos con tejas gravilladas
A medio camino en términos de precio entre las tejas de arcilla y las de pizarra, esta variedad de tejas está hecha con aluminio zincado cubierto con gravilla mezclada con un adherente acrílico. Lo mejor de todo no sólo es que se ven muy bien, sino que su superficie gravillada aísla el ruido y previene la condensación de agua.
7. Techos planos
Los techos planos son muy usados en casas de corte contemporáneo o moderno. Eso sí, hay una advertencia que vale la pena hacer: deben tener sistemas de drenaje y desagües que permitan que el agua de lluvia continúe su corso sin estancarse o pueden ocasionar muchos problemas.
8. Techos a dos aguas
Se trata de dos superficies planas que se instalan en pendientes unidas en un ángulo. Su finalidad es facilitar que el agua o la nieve se deslicen en lugar de quedar estancadas en el techo. Eso sí, en zonas ventosas hay que tomar en cuenta la orientación de los vientos y del sol, ya que no protegen el área de la casa de una manera uniforme.
9. Techos a cuatro aguas
Son techos construidos en cuatro caras, lo cual le da un cubrimiento perfecto a casas de áreas cuadradas rectangulares, ya que protege por igual los cuatro lados. Las caras se unen o bien en un solo punto o en una arista recta, para cubrir superficies rectangulares. Estéticamente son techos muy atractivos, además de resistentes al viento, la lluvia y la nieve.
Noticia completa aquí.