Empecemos por el principio. El presupuesto de carbono se refiere a la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que se pueden liberar a la atmósfera sin exceder un cierto nivel de calentamiento global. En otras palabras, es la cantidad de emisiones que la humanidad puede emitir y seguir manteniendo el aumento de la temperatura global por debajo de un nivel específico, que se considera seguro para evitar los peores impactos del cambio climático. En este caso ese número es 1,5°C totales de aumento respecto de los niveles pre-industriales. Para entender este número te recomendamos este informe especial del IPCC sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 ºC y este artículo “Crisis climática: ¿Cuál es la diferencia entre un aumento de 1.5, 2, y 3 grados centígrados?”.
¿Cuánto tiempo nos queda?
Si la respuesta la basamos exclusivamente en el concepto de presupuesto de carbono, nos quedan 6 años y medio al ritmo actual de emisiones para tener un 50% de posibilidad de estar por debajo de un aumento de 1,5°C de la temperatura global con respecto al período pre-industrial. Esta estimación está basada en los estudios de The Carbon Brief.
Estamos hablando de que la atmósfera todavía puede recibir unas 260GtCO2 (Giga toneladas de CO2 equivalente). Las emisiones en el 2022 fueron de aproximadamente 40,5 GtCO2 lo cual, si todos los años se emitiera lo mismo nos acabaríamos ese presupuesto en 6,4 años (para el cálculo dividimos 260 / 40,5 = 6,4).
¿Cómo venimos?
Mal. En lugar de tener cada año menos emisiones, tenemos cada año valores más elevados (a excepción de lo sucedido en el 2020 por el COVID).
Fuente: Analysis: Global CO2 emissions from fossil fuels hit record high in 2022 | The Carbon Brief
De hecho, el tamaño de la reducción anual de las emisiones globales debería ser equivalente a la baja que se dio en el 2020 pero debido a decisiones políticas estables, con inclusión social, basadas en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y detener los cambios en el uso del suelo. Debemos pasar a matrices energéticas basadas en energía renovable y desarrollar un plan para conservar al menos el 30% de nuestros ecosistemas naturales terrestres y marinos al 2030. Es por ahí.
Tenemos que “aplanar la curva del clima”, es decir hacer que el gráfico de arriba llegue a su pico (YA!) y empiece a bajar hasta ser 0 en el año 2050. Esa es la curva que queremos, no que siga subiendo ni de manera lineal y mucho menos exponencial.
¿Cómo son los escenarios para aplanar la curva del clima?
El siguiente gráfico puede parecer un chino, pero dame la oportunidad de que lo explique. Son los escenarios que el IPCC en su último reporte planeta que pueden suceder a futuro.
En este caso lo que vemos son posibles tendencias en las emisiones de gases desde nuestros días al 2100. Como vemos se llaman C1 a C8. En el eje horizontal tenemos los años y en el vertical el aumento de la temperatura asociado. Como vemos, queremos quedarnos con los escenarios C1-C3 que son los que limitan el aumento alrededor de 1.5°C. Este gráfico nos muestra lo rápido que tienen que declinar las emisiones, llegando a cero neto en el año 2050 para estar en los escenarios deseados.
¿Quiénes tienen el termómetro del planeta?
En el mundo el país que más ha emitido históricamente es Estados Unidos y el que más emite actualmente es China. Pero, sería muy cómodo no hacer nada y esperar que los “gigantes” se ocupen pensando que nosotros desde Argentina no tenemos nada que ver. Cuando se busca a los que tienen el “termómetro del planeta” se mira al G20 que es responsable del 75% de las emisiones globales, 80% del PBI global y ⅔ de la población global. Y aunque no encabezamos la lista, ¿adivinen qué país está dentro del G20? Sí, Argentina.
En Argentina ¿Quiénes?. Para responder a esta pregunta se puede recurrir al inventario nacional de gases de efecto invernadero.
Fuente: Inventario nacional de gases de efecto invernadero.
Autora: Nasha Cuvelier
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